Contexto histórico
La concesión del rango de colonia (Colonia Urbs Iulia Nova Carthago), probablemente otorgado en el 54 a.C., significó el inicio de una ordenación urbana que se reforzaría en época de Augusto (63 a.C. – 14 d.C.) y continuaría con los siguientes emperadores. Las primeras obras se centraron en construir y consolidar sus murallas, así como trazar una nueva red viaria adaptada a la topografía de la antigua península con sus cinco colinas. Las nuevas calles definieron las manzanas donde se construyeron todo tipo de equipamientos de carácter religioso, lúdico, civil y administrativo. Entre ellos el espacio de reunión por excelencia, el foro, con sus edificios aledaños como la curia – el senado local – o el Augusteum.
En la segunda mitad del siglo II, comienza la decadencia de esta zona produciéndose una reactivación en el siglo IV aunque sólo en una parte. En los siglos siguientes los edificios forales fueron expoliados y destruidos convirtiéndose en una cantera.
Augusteum
El yacimiento del Augusteum comienza con un espacio expositivo dedicado al foro, centro neurálgico de la ciudad. Los hallazgos arqueológicos de las últimas décadas han ayudado a precisar la localización del foro en la actual plaza San Francisco. En base a los escasos restos podría decirse que estaría integrado por una plaza como área pública alrededor de la cual se situaban distintos edificios: el capitolium o templo dedicado a la Triada Capitolina – Júpiter, Minerva y Juno –, la curia o senado local donde se reunía la clase dirigente, las tabernae o comercios y el Augusteum en sus inmediaciones. El foro fue erigido en varias terrazas con una clara función simbólica, el templo en la terraza superior dejaba patente la jerarquía entre los dioses y los hombres. La plaza también desempeñaría una función de representación, el espacio estaría jalonado de estatuas, placas y pedestales honoríficos, dedicados a miembros de la familia imperial y a los patronos de la ciudad, demostrando así la fidelidad al emperador y su riqueza.
En lo referente al Augusteum, éste era la sede colegial donde rendían culto al emperador Augusto. Aunque en un primer momento se fechó su construcción en época tiberiana, recientemente se ha propuesto otra datación, la segunda mitad del siglo I d.C., estando en funcionamiento hasta el siglo III cuando es amortizado y abandonado. Sus promotores serían las élites locales vinculadas a los círculos más próximos al poder central.
El complejo estaba compuesto por un patio porticado de entrada, un aula central donde se situaría la imagen del emperador, a los lados dos ninfeos con posibles fuentes, dos estancias relacionadas con las actividades del culto, y por último, dos tiendas independientes del edificio de culto. Del conjunto destaca la riqueza del programa ornamental, con pavimentos y paredes revestidos de mármoles traídos de las diferentes canteras del imperio y un interesante lote de antefijas de terracota. Estas piezas iban situadas en los tejados de los pórticos laterales del patio que precedía al templo propiamente dicho y, podrían ordenarse en dos grupos: un primer grupo con máscaras teatrales en clara referencia al dios Apolo, y el segundo con la victoria alada flanqueada por dos capricornios relacionándose con la victoria de Octavio Augusto en Actium.
Al final del yacimiento se encuentran los restos de lo que pudo ser un pórtico de doble nave con exedras laterales. Este tipo de pórticos estaban vinculados al culto imperial pudiendo albergar un altar donde reverenciar al emperador Augusto antes de que su culto fuera instaurado de forma oficial a su muerte. En este mismo lugar también se contempla un fragmento del recinto defensivo que Felipe II mandó construir en el siglo XVI.
Puesta en valor
Con motivo del proyecto de construcción de un edificio de aparcamientos en la calle Caballero, se llevó a cabo en 1991 y 1992 unas excavaciones que permitieron localizar dos edificios vinculados al foro de la ciudad: un pórtico y la sede colegial de los Augustales. Tras las excavaciones, dirigidas por el arqueólogo Luis de Miquel, se decidió su conservación en el sótano del nuevo edifico de aparcamientos. Años más tarde se realizó el proyecto de adecuación museográfica ejecutado dentro del Plan de Dinamización Turística de Cartagena siendo inaugurado en el 2002. A partir de 2003, la gestión del conjunto arqueológico fue transferida a Cartagena Puerto de Culturas. La adecuación arquitectónica fue realizada por los arquitectos Nicolás Maruri, Atxu Amann y Andrés Cánovas.
El recorrido museístico:
- El foro. Las vitrinas muestran piezas extraídas del espacio foral pertenecientes a sus distintos edificios, destacando fragmentos de esculturas y piezas ornamentales.
- El templo. Dos espacios ayudan a entender el yacimiento: la zona expositiva con paneles y piezas, y los restos del templo propiamente dicho. En esta zona se mantienen en pie unas columnas policromadas que pertenecerían a otro edificio romano.
Bibliografía
- De Miquel, L. y Subías, E., (1999). “Un edificio de culto en la Calle Caballero (Cartagena)”, en XXIV Congreso Nacional de Arqueología (Cartagena, 1997), págs. 119-121.
- Gómez Vizcaino, A., (2003). “Las murallas de los Austrias en Cartagena (1500-1700). Fuentes documentales y testimonios materiales (cerro del Molinete, calles Adarve y San Antonio el Pobre y Monte Sacro)”, en J. M. Noguera Celdrán (ed.), Arx Asdrubalis. Arqueología e Historia del Cerro del Molinete (Cartagena), vol. I, Murcia, págs. 269-305.
- Noguera Celdrán, J.M., (2002). “Un edificio del centro monumental de Carthago Nova. Análisis arquitectónico-decorativo e hipótesis interpretativas". Journal of Roman Archaeology 15, págs. 63-96.
- VV.AA. (2009). “El Augusteum de la calle Caballero, nº 2-8”. Fora Hispaniae. Paisaje urbano, arquitectura, programas decorativos y culto imperial en los foros de las ciudades hispanorromanas. Monografía del Museo Arqueológico de Murcia. Actas del Seminario de Lorca (Murcia, 2002), págs. 268-273.
- VV.AA. (2009). “El denominado edificio A de la calle Caballero, nº 2-8: ¿una porticus dúplex?”. Fora Hispaniae. Paisaje urbano, arquitectura, programas decorativos y culto imperial en los foros de las ciudades hispanorromanas. Monografía del Museo Arqueológico de Murcia. Actas del Seminario de Lorca (Murcia, 2002), págs. 262-268.
- VV.AA. (2012). Cartagena Puerto de Culturas. Convirtiendo el pasado en futuro.
En el Augusteum, templo dedicado al primer emperador romano Octavio Augusto, podrás conocer como era el culto rendido al emperador, la pompa teatral y las puestas en escena de gran riqueza y prestigio desarrolladas por los sacerdotes. Como instrumento de difusión de la ideología imperial, contaba con una gran riqueza decorativa como así lo atestiguan los suelos de mármol del yacimiento, trazas del esplendor de otra época.
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