Contexto histórico
En el 713 se firmó el Tratado de Tudmir entre el conde hispanogodo Teodomiro y Abd al-Aziz, en él se negociaba la incorporación del sureste peninsular a la autoridad de Damasco. De estos primeros años de ocupación islámica no se conoce mucho debido a la falta de documentos y restos arqueológicos, posiblemente sería un núcleo de escasa población y con las ruinas romanas reutilizadas en algunos casos como viviendas. A partir del siglo X, el puerto de Cartagena empieza a ser mencionado en las fuentes árabes como uno de los puertos incluidos en sus rutas comerciales. En los siglos XII-XIII las noticias presentan una Cartagena desarrollada como ciudad islámica asentada en la colina de la Concepción y compuesta por la alcazaba ubicada en la cima y varios arrabales amurallados.
Ante el avance y presión de las tropas cristianas, el último rey árabe de Murcia pacta una rendición con el rey de Castilla, Fernando III, con la firma del Tratado de Alcaraz. Cartagena y otras ciudades rechazaron las condiciones de la capitulación resistiendo hasta que en 1245 el príncipe Alfonso, futuro Alfonso X, tomó la ciudad cercándola por mar y por tierra. Una vez incorporada la ciudad a la corona de Castilla, tanto Fernando III como Alfonso X concedieron privilegios en un intento de fomentar la repoblación y potenciar la actividad comercial del puerto. Estos mismos objetivos explicarían la restauración de la sede episcopal y la creación de la Orden militar de Santa María de España en Cartagena. El problema sucesorio entre Alfonso X y Sancho IV se siente en Cartagena, con la extinción de la Orden de Santa María ante diversas derrotas navales y el traslado del obispo a Murcia alegando la inseguridad que se vivía en la ciudad por la piratería musulmana.
Castillo de la Concepción
El Castillo de la Concepción, punto estratégico de la ciudad y su puerto, remonta sus orígenes a la Edad Media. En época musulmana se construyó el alcázar en la cima de la colina. Se trataba de un recinto defensivo formado por un patio de armas amurallado y torreado, cuya cronología se situaría en el siglo XII o XIII. Hacia el oeste se localizaba la zona oficial o militar que junto al alcázar conformarían la alcazaba; por las laderas del cerro se extenderían los arrabales amurallados de Qartayannat al-Halfa, el nombre de Cartagena en época islámica. Aún quedan vestigios de las torres, posiblemente almohades, construidas a base de tapial y reutilizadas en las construcciones posteriores.
En el último cuarto del siglo XIII, cuando la ciudad formaba parte de la corona de Castilla, el rey Alfonso X el Sabio mandó construir la torre del homenaje en el interior del patio del antiguo alcázar, reutilizando el recinto islámico así como materiales procedentes de las ruinas romanas: pilastras, columnas e inscripciones. La fortificación, de tipología normanda, tenía una doble finalidad: por un lado era el punto estratégico puesto que desde ella se dominaba el frente marítimo y el terrestre, y por otro lado, reafirmar el poder del monarca sobre el entorno político y territorial al ser visible desde cualquier punto.
Al acceder a la torre se encuentra la escalera en espiral que conduce hasta la terraza y la estancia principal organizada en torno a un gran pilar central destinado, en su momento, a sostener las bóvedas de crucería. En las ménsulas de estas bóvedas destacaba un interesante programa iconográfico alusivo al poder del monarca: el águila, la flor de lis o el posible rostro del emperador Carlomagno. En la parte baja se localizan los aljibes del castillo para el almacenamiento de agua de lluvia. La torre del homenaje de Cartagena es muy similar a las torres de Lorca, Aledo o Moratalla, sin embargo, éstas presentan una mayor altura, lo que hace plantear la hipótesis de que la construcción cartagenera quedara incompleta.
A finales del siglo XVII y principios del XVIII, el Castillo de la Concepción es ampliado con unas estancias para la guarnición, lo cual explica el hallazgo de una cocina. En el siglo XVIII, con la refortificación de Cartagena, se empezó a plantear la demolición de la vieja fortaleza medieval debido a la fuerte presión urbana. No obstante, no fue hasta el último tercio del siglo XIX cuando comenzaron los trabajos de demolición. Primero los alzados de la torre del homenaje y unos años más tarde, las murallas perimetrales y las bóvedas, lo que permitió la vista, de nuevo, de los restos de la atalaya.
A comienzos del siglo XX, bajo el gobierno del alcalde Alfonso Torres y la dirección del arquitecto Víctor Beltrí, se procedió a la transformación del entorno del castillo como parque público. Poco después, en 1931, la fortaleza fue declarada monumento histórico-artístico.
Puesta en valor
Con siglos de abandono a sus espaldas, habría que esperar a finales de los años setenta del siglo XX para que el arquitecto Pedro San Martín concibiese un proyecto de rehabilitación de la torre del homenaje. Las obras comenzaron pero la falta de presupuesto la dejó sin sus originales cubiertas abovedadas de estilo gótico. Años después se llevaron a cabo algunas intervenciones arqueológicas que se centraron, principalmente, en los accesos de la fortaleza.
La definitiva recuperación de la fortaleza se produjo en 2002 cuando Cartagena Puerto de Culturas la adecuó como Centro de Interpretación de la Historia de Cartagena. En esta ocasión se pusieron en valor la torre del homenaje y los antiguos aljibes. Los trabajos arqueológicos que se realizaron durante estas obras permitieron hallar diversas estancias, hasta entonces sepultadas, que fueron acondicionadas y abiertas al público en 2009 ampliando así la exposición del castillo. La investigación histórica y la supervisión arqueológica corrieron a cargo de David Munuera y José Antonio Martínez. Las dos intervenciones arquitectónicas se llevaron a cabo por José Manuel Chacón y Alberto Ibero.
El recorrido museístico:
- Centro de Interpretación de la Historia de Cartagena. Torre del homenaje. Es una aproximación a las civilizaciones que han dejado huella en la ciudad desde la fundación cartaginesa en el 229 a.C. hasta nuestros días. Audiovisuales, teatrillos e interactivos permiten entender la evolución histórica de Cartagena.
- Castillo de la Concepción. Aljibes. Los antiguos aljibes del castillo sumergen en la historia y evolución de la fortaleza medieval, del siglo XIII hasta el siglo XX.
- Cartagena Medieval. Estancias del siglo XVII. A través de piezas y otros recursos didácticos se expone el período medieval de la ciudad, explicando aspectos de la dominación musulmana y la posterior conquista cristiana, de la orden de Santa María de España, o del restablecimiento de la sede episcopal.
Bibliografía
- Frey Sánchez, A.V. (2003). “Cartagena en el marco de la conquista del Sarq al-Andalus”. Mastia 2, pags. 251-260.
- Guillermo Martínez, M. (2014). Cartagena Medieval. Cuadernos monográficos Museo del Teatro Romano.
- Munuera Navarro, D. (2010). Musulmanes y cristianos en el Mediterráneo. La costa del sureste peninsular durante la Edad Media (ss. VIII-XVI). Tesis doctoral.
- Munuera Navarro, D. (2006). “Tras las huellas medievales de Cartagena”. Cuaderno monográfico, 21. Cartagena Histórica.
- Munuera Navarro, D. (2004). “En esta poblaçion alta, donde va encorporada la yglesia, va vn muro. Fortificación y edificios fortificados bajomedievales en Cartagena”. Revista ArqueoMurcia.
El Castillo de la Concepción es el mejor punto de partida para conocer la ciudad y adquirir una visión general de sus 3.000 años de historia: la Cartagena púnica fundada hacia el año 229 a.C. por el general Asdrúbal; las riquezas naturales que atrajeron años más tarde a los romanos convirtiéndola en una de las colonias más importantes de Hispania; la toma por los árabes y la conquista para Castilla por el que sería el rey Alfonso X en 1245; el esplendor militar del siglo XVIII al convertirse en el Departamento Marítimo del Mediterráneo; y el siglo XIX, cuando Cartagena vive una de sus épocas de esplendor gracias a la industrialización y al importante tráfico de su puerto.
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